Distractores externos: cuidado con ellos

 La semana pasada estuvimos hablando sobre los distractores internos. Hoy veremos a sus hermanos mayores, que también causan muchos problemas a la hora de estudiar. Reading 2

¿Qué es un Distractor Externo?

Son cosas como sonidos interesantes, cuadros, personas o actividades… esas cosas que atraen su atención, alejándote de tu tarea. Incluyen cualquier cosa externa al estudiante que sirva para distraerle de su foco de atención programado. Las más evidentes, como la televisión, las personas que están hablando o la cerveza del frigorífico, pueden tratarse de un modo directo. Usted simplemente apaga el televisor, se aparta de esas personas o mantiene cerrado el refrigerador.

Sin embargo son más devastadores los distractores externos que unes a tu estilo de aprendizaje. Sí, ¡tú mismo! Como norma general, no sólo están bien disfrazados, sino que a menudo son extremadamente difíciles de eliminar porque pueden cambiar de forma, o pueden adaptarse mientras usted desarrolla nuevas actividades de aprendizaje.

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Tomemos como ejemplo algunos distractores sutiles: el café, los cigarrillos o la coca-cola.
Si descubres que estás tomándote descansos cada pocos minutos para gozar de uno de esos refuerzos, posiblemente habrá desarrollado un hábito. Esas cosas, en sí, no son necesariamente malas – Pero si se han relacionado con el aprendizaje o con el estudio durante un período de tiempo, entonces, en efecto, tiene un distractor «internalizado»– como parte de tus actividades de aprendizaje.

Pueden ser recompensas excelentes, pero no deben ser incluidas como parte de su estilo de aprendizaje. El motivo de esto es simple: dirigen tu atención hacia actividades que son incompatibles con el aprendizaje.

Para aumentar tu eficacia como estudiante, hay un objetivo particularmente importante; la eliminación de toda conducta incompatible con el aprendizaje. Si eres un fumador empedernido o un constante devorador de café prueba este método: estudie intensamente durante un breve período, aunque sólo sean cinco minutos. Luego, utiliza el cigarrillo como recompensa por haberse concentrado durante este período. Pero no hagas ambas actividades a la vez.Smoking 4

El hábito más común que produce problemas a los estudiantes (y también a los profesores) es simplemente evitar el estudio o el trabajo académico. Seguro que has desarrollado algunas técnicas elaboradas para no hacer lo que sabes que tienes que hacer. Mira éstas a ver si te parecen familiares:
1.   Estoy demasiado cansado para estudiar ahora.
2.   Seré más eficaz mañana, mañana por la noche, la tarde del domingo, el día de Santa Clara, etc
3.   No tiene sentido empezar este trabajo hasta que tenga todos los materiales de referencia a mano.
4.   (hombres) Estudiaré en cuanto llame a Laura.
5.   (mujeres) Estudiaré en cuanto haya llamado a Juan.

Esas excusas son distractores de gran importancia. ¿Por qué? Porque nos permiten hacer las cosas que nos gustan en lugar de estudiar. Son sustitutos de los auténticos comportamientos de aprendizaje. Y seguimos practicándolos porque es el camino fácil. Roll Eyes 2

Muy a menudo, tomamos decisiones sobre todo en base a si tendrán, o no, consecuencias o resultados positivos inmediatos. Lo queremos todo hoy. No mañana, ni la semana próxima ni al final del semestre.

Y continuaremos así hasta que hagamos dos cosas. Una, aceptar la responsabilidad de nuestras acciones, es decir, admitir que lo estamos haciendo mal. Y dos. que realmente queramos cambiar.

Siempre hay tareas o temas que no te gustan. Pero, aunque evitarlas es una especie de recompensa a corto plazo, a medio plazo te encontrarás con grandes problemas en tus exámenes y notas.

Si realmente quieres eliminar estos distractores, debes aceptar el objetivo del aprendizaje eficaz, en lugar del objetivo de evitar estas tareas desagradables.

Si buscas la recompensa inmediata o el objetivo a corto plazo -evitar el estudio- a expensas del objetivo a largo plazo -obtener una buena nota— el resultado será conflicto y frustración.

¿Cómo hacemos esto?

Planifica un sistema:
1.   Determinar lo que funciona mal ahora. Subrayar toda la serie de conductas relacionadas con su actividad de aprendizaje. ¿Cuáles son sus objetivos a largo y a corto plazo? ¿Qué refuerzos positivos o negativos están conectados con cada uno de ellos? ¿Qué está haciendo para obtener una recompensa inmediata a expensas de conseguir los objetivos a largo plazo?
2.   Establece tus objetivos claramente. No digas -«quiero hacerlo mejor». Eso no significa nada. Cuando estableces tus objetivos con términos vagos, siempre puedes racionalizar tu camino al éxito con independencia de lo que realmente se cumple. En lugar de eso di: «Quiero estudiar dos horas todas las noches», o «quiero completar en el tiempo adecuado todas las tareas de matemáticas. Procure que tus objetivos sean lo bastante específicos como para ser medidos y observados.
3.   Empieza por objetivos lo bastante pequeños para ser cumplidos. Siempre podrá ampliarlos cuando su sistema vaya funcionando.
4.   Sé realista. Tu sistema debe ser capaz de funcionar en el mundo real. Prometerte un viaje a Tahití por pasar un examen está fuera de juego.

Este artículo continuará el lunes que viene 🙂

Fuente: Fenker, R (1981). Cómo estudiar. 

2 comments

  1. mmmmmmmm en realidd si tienenrazon yo todo eso yo lo aga a diario jajasjajaja adios

  1. Pingback: Bitacoras.com

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